Antes de venir, pensaba mucho en lo ilógico que es volar un tercio del Planeta para ayudar a gente en necesidad, sabiendo que en Colombia ya tenemos bastantes vecinos que necesitan mucho más que 'una manito'. Y en ese orden de ideas pensaba esta experiencia como un superficial aprendizaje desde 'el punto crítico', para luego aplicar en La Casa.
Pasado el tiempo y conociendo a esas cositas pequeñas que todos los días cuando abro la puerta del salón se paran del escritorio como si fueran suricatos en el desierto, para apuntarme con una sonrisa enorme y decir 'HEEEEEEEEYYY!!!', ahora siento una responsabilidad enorme porque las necesidades son grandes y creo en que mi capacidad de gestión también lo es; y ayudar, sin importar los colores de la bandera nacional, simplemente es AYUDAR .
Ahora estoy acá y conozco un poquito del problema: Sé que sus útiles escolares son transportados en bolsas plásticas que están rotas, que los cuadernos son retazos de otros cuadernos, que sólo tienen un lápiz chiquitico y un lapicero que se les vara cada 4 minutos. Conozco las prendas de los uniformes están rotas y sobretodo que los suéters (de los que tienen suéters) tienen huecos por los que pasa el frío que me ha tenido tosiendo desde la segunda semana que estoy aquí. Trabajo en salones con el piso de arena, en los que se siente el olor de las aguas residuales que corren por el suburbio porque en las casas vecinas nos hay baños y la gente sale a la calle a hacer de las suyas. He visto las paredes de las aulas, hechas con tejas de zinc y tapizadas en costales ahora rotos. Todos los días veo sus escritorios hechos de tablitas en las que un cuaderno sencillo queda grande. Soy testigo de la ayuda infinita que representa una botellita instalada en el techo para dejar pasar luz en un recinto oscuro. Conozco el tiempo que pierden esperando a que algún profesor se desocupe porque la cantidad de personal no es suficiente para todos los grados, y lo deficiente que es la información que se nos da a los voluntarios cuando vamos a iniciar la labor. Sé de la alegría que les da cada que les presto el libro con el que les enseño, porque pueden ver algunas imágenes y leer cosas como 'Actividad: Toda la clase debe salir a recolectar un poco de suelo para comparar la textura del suelo de jardín, suelo de construcción, arena del patio de juegos ...'. Los he visto en su tiempo de descanso, en el que no tienen lonchera, y también me ha tocado verlos salir a la hora del almuerzo a jugar otra vez porque en la casa no hay quien les dé alguna cosa.
Podría quedarme escribiendo un rato muy largo de todas las dificultades que he conocido (y creo que se me fue la mano incluso, jajaja), pero lo que quiero es exponer las posibles soluciones (y estoy segurísima de que a ustedes también se les ocurrieron algunas ideas).
Ya empecé a hacer cartelitos con cartulina para decorar el aula y que puedan recordar cositas básicas o inspirarse con frases lindas, también estoy haciendo una pequeña guía para los nuevos voluntarios con el contenido mínimo de cada grado según el Ministerio de Educación, estoy ayudando por los laditos a los compañeros que están instalando las botellitas que dan luz a las aulas; pero tengo otras ideas que necesitarían plata, y desafortunadamente lo que planeé para mi estadía no contemplaba esta ayuda. Pero yo sé que entre ese gentío que por suerte conozco, de a granitos, alguna cosa logramos.
El dilema era: 'Puede que nos juntemos y consiga alguna plata, ¿pero qué va primero en la escala de prioridades?, ¿cómo podríamos ayudar de una manera más definitiva?', y entre mil posibles cosas, resolví que el objetivo principal debería ser comprar un aula, porque la mayor parte del pago que mensualmente hacen los niños (que son como $7000 pesos colombianos) no se reinvierte de manera directa en su bienestar, sino que se va en el pago del arriendo del aula que comparten los grados 3°, 4°, 6° y 7°. Así que garantizando ese ahorro de manera definitiva, se puede avanzar hacia pensar en pagar otro profe, darles el amuerzo, pintar la escuela, darles nuevos uniformes, comprar libros, darles útiles nuevos, y todas las cosas que se nos ocurran.
La idea es entonces comprar el terreno, pero hacer un contrato supervisado por AIESEC, la organización que trae voluntarios como yo a trabajar allá, para asegurar que la intención que tenemos se cumpla para siempre. El costo es $3'100.000 pesos colombianos aproximadamente; pero si no lo alcanzamos, siempre habrá algo que les podamos aportar!
Si les suena la idea y se quieren sumar, el número de cuenta es 319-829333-51, a nombre de Cristina Romero Ríos, Ahorros - Bancolombia.
Cualquier duda/comentario/sugerencia:
E-mail: crr.2@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/cristina.romerorios
¡DE ANTEMANO GRACIAS OTRA VEZ!!
Podría quedarme escribiendo un rato muy largo de todas las dificultades que he conocido (y creo que se me fue la mano incluso, jajaja), pero lo que quiero es exponer las posibles soluciones (y estoy segurísima de que a ustedes también se les ocurrieron algunas ideas).
Ya empecé a hacer cartelitos con cartulina para decorar el aula y que puedan recordar cositas básicas o inspirarse con frases lindas, también estoy haciendo una pequeña guía para los nuevos voluntarios con el contenido mínimo de cada grado según el Ministerio de Educación, estoy ayudando por los laditos a los compañeros que están instalando las botellitas que dan luz a las aulas; pero tengo otras ideas que necesitarían plata, y desafortunadamente lo que planeé para mi estadía no contemplaba esta ayuda. Pero yo sé que entre ese gentío que por suerte conozco, de a granitos, alguna cosa logramos.
El dilema era: 'Puede que nos juntemos y consiga alguna plata, ¿pero qué va primero en la escala de prioridades?, ¿cómo podríamos ayudar de una manera más definitiva?', y entre mil posibles cosas, resolví que el objetivo principal debería ser comprar un aula, porque la mayor parte del pago que mensualmente hacen los niños (que son como $7000 pesos colombianos) no se reinvierte de manera directa en su bienestar, sino que se va en el pago del arriendo del aula que comparten los grados 3°, 4°, 6° y 7°. Así que garantizando ese ahorro de manera definitiva, se puede avanzar hacia pensar en pagar otro profe, darles el amuerzo, pintar la escuela, darles nuevos uniformes, comprar libros, darles útiles nuevos, y todas las cosas que se nos ocurran.
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La casita que se ve atrás (o al menos lo que de ella dejaron ver esos cansones) sería la que compraríamos |
La idea es entonces comprar el terreno, pero hacer un contrato supervisado por AIESEC, la organización que trae voluntarios como yo a trabajar allá, para asegurar que la intención que tenemos se cumpla para siempre. El costo es $3'100.000 pesos colombianos aproximadamente; pero si no lo alcanzamos, siempre habrá algo que les podamos aportar!
Si les suena la idea y se quieren sumar, el número de cuenta es 319-829333-51, a nombre de Cristina Romero Ríos, Ahorros - Bancolombia.
Cualquier duda/comentario/sugerencia:
E-mail: crr.2@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/cristina.romerorios
¡DE ANTEMANO GRACIAS OTRA VEZ!!
Cris y si desde acá se hace un evento que pueda recolectar plata??
ResponderEliminar¡TODO es demasiado bienvenido!!!!! Lo que se les ocurra me hace muy feliz y lo podemos conversar a ver cómo lo sacamos adelante!! GRACIAS STEFA!!!! :) :) :)
EliminarEs emocionante leer tu historia!! Creo en estas iniciativas, creo en la transformación. Te felicito y te apoyo.
ResponderEliminarAhorita mas tarde te escribo y coordinamos y sacamos el " Hola Africa" como un espacio de encuentro para contribuor a esta causa. Abrazos.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!!! Quedo muy pendiente! :)
EliminarCris te felicito por la labor que estás haciendo, cosas como esa solo las hace una gran persona con un gran corazón.
ResponderEliminarMIGUEL!!! :) Un saludote!!!
Eliminartenes el corazón asi -------------------------------------------- de enorme, que dios te bendiga siempre
ResponderEliminarMe siento tan orgulloso de vos. CLARO QUE VAMOS A AYUDAR!
ResponderEliminarEstare pensando en una solución a ese problema economico. Cualquier cosa te aviso. Mucho animo!!!
ResponderEliminarHola Cristina, te felicito por tu labor y me alegra que estés viviendo esta experiencia.
ResponderEliminarQue bueno poderle contar esta experiencia a los estudiantes de la facultad de ingeniería de la UdeM. Es posible hacerlo por skype? Si los sensibilizamos a ellos podríamos realizar alguna actividad que nos permita recoger algunos recursos o como mínimo buenas ideas de como ayudar. Me cuentas. Carlos Eduardo. López
Todos deberíamos de apoyar este tipo de labores, te felicito, te deje un mensaje en facebook para que podamos charlar para generar soluciones y desde aquí te podamos ayudar, cuenta con nosotros.
ResponderEliminarUno más uno no son dos, somo todos y todas por un mundo mejor :)
ResponderEliminarInvestigando una fundación llamada AIESEC para un proyecto de la U, me encuentro con que esta lagartija esta involucrada en este proyecto de África tan excelente....Como siempre vos siendo una tesa........MARRANA...que exito de proyecto....te quierooo y te mando un abrazo...te felicito.. =)
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