miércoles, 21 de agosto de 2013

Las monedas

Ayer, en Mathare (El suburbio donde estoy trabajando) estaba yo haciéndole fila a una de las pilas de agua limpia que de cuando en cuando se ven en el lugar, y de repente una niña se me acercó para decirme que ella tenía dinero de América. Yo sonreí y le pregunté que quién se lo había dado y ella simplemente me dijo que la acompañara, que me quería mostrar.


Caminamos juntas un poquito y en una intersección ella me dijo que me detuviera y la esperara. Se fue caminando para internarse en alguna de las incontables líneas que se forman en el laberinto que son las calles del suburbio.


Cuando volvió, tenía una moneda de 2 Euros en la mano, y me dijo que me la regalaba. Yo sonreí y no se la recibí; a cambio le dije que me acompañara: estábamos cerquita de la escuela donde tenía mi maleta y yo quería que ella fuera conmigo porque siempre tengo bolsitas con monedas colombianas que mi papá me dio para que intercambiara.

Llegamos a la biblioteca y cogí las monedas, pero antes de entregárselas, agarré un mapamundi y le mostré a Kenia, le dije que estábamos ahí, en una parte del continente africano.
Luego le mostré a Europa, y le dije que si miraba bien su moneda, podía notar que la figura que aparecía era 'el viejo continente', porque la moneda era de allá y no de América como ella pensaba.
Luego le mostré América, apuntando luego una manchita morada empezando la parte del sur del contiente: Ese país es Colombia y es de donde traje las monedas que luego puse en su mano.



Entonces hice una pausa y por iniciativa propia ella empezó desde el principio a repetir cada cosita que yo recién le había contado, diciendo al final 'te estoy prestando atención y estoy entendiendo'.

Le pregunté que si iba a la escuela y me dijo que no.

sábado, 17 de agosto de 2013

Agradecer y Empelicularse

Luego de pasar una semana sin ir a la escuela, ni casi revisar el correo, ni hacerle demasiada bulla a la campaña de recolección de fondos, todo porque estaba esperando a que mis defensas le ganaran a un bicho africano que le dio por turistiar en mi organismo, me reintegro al ritmo de trabajo que merece el sueño que se me ocurrió y me entero de que no sólo alcanzamos la meta propuesta para comprar el aula; ¡Sino que superamos las expectativas y ahora podemos soñar con darles más a los chicos!!!

Esta semana, el miércoles 14 de agosto, nos reunimos con el propietario de la estructura a comprar (porque en el suburbio, que es la misma cosa que una invasión en Medellín, la tierra pertenece al estado y no a la gente: la gente solamente es dueña de las latas o el bareque con el que construyen); y firmamos el contrato en el que decimos que yo (en nombre de todos NOSOTROS) le compro a don 'Tumbo' (que en Suajili significa 'Estómago', jajaja, qué nombre más raro!) la estructura que en adelante será usada por la escuela.

También firmamos otro contrato entre Success Care Centre (la escuela), AIESEC (que es la organización gracias a la que estoy trabajando acá) y yo, en la que el plantel se compromete a usar los 6.000 chelines que ahora se va a ahorrar mensualmente por no pagar más el arriendo, para contratar otro profesor (a los profes les pagan alrededor de 3.000 chelines, que vienen siendo como $75.000 pesos colombianos ¡AL MES!!), y como sobra un poquito de plata (que no siempre es la misma porque a veces los niños no alcanzan a pagar los 300 chelines (alrededor de $6.500 pesos colombianos) que se les cobra al mes), la idea es que un miembro de AIESEC siempre esté auditando que la escuela guarde el sobrante mensual para cada 7 de septiembre (que es el cumpleaños de la institución) se use el dinero ahorrado para celebrar llevando a los niños al Centro de las Jirafas, o al museo, o con una fiesta y un chicharrón: ¡Lo que sea pero que sean muy felices un día del año, cada año!

Es hermoso cómo con la suma del esfuerzo individual de todos los que ayudaron, ahora tenemos una cosa superior al signo peso que apareció en mi cuenta bancaria. Esto es un ejemplo precioso de lo que significa la palabra SINERGIA.

Asante - Thanks - Gracias A TODOS!!

Por otra parte, recibí muchos correos de mucha gente a la que le llegó la nota: hubo felicitaciones, críticas, palabras de apoyo y muchas ideas tanto para replicar el proyecto como para fortalecer el existente. Entre esas ideas hubo una que me prendió el bombillo y ahora estoy loca por reconstruir el aula usando botellitas de PET rellenas de basura. ¡ES UNA IDEA DEMASIADO APROPIADA PARA MATHARE!!! ¡Ese suburbio está tapizado en plástico de desecho! Si hay un lugar donde pega reciclar y cambiar el chip, por dios que es allá. ¡Estoy demasiado animada!

Esta imagen la tomé de este blog http://www.yalosabes.com/etiquetas/eco , y es de la misma noticia que con un video cuenta ElColombiano
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/V/vivienda_de_ecoladrillos_en_medellin/vivienda_de_ecoladrillos_en_medellin.asp

La idea es entonces enloquecerme a recoger botellitas (porque se necesitan cientos para rehacer las paredes) y volverme una intensa para que cada niño (son como 250 estudiantes) llene sus botellitas. También voy a ir a las compañías cementeras a ver si nos donan materia prima para unir estos EcoLadrillos, y dependiendo de cómo me vaya con eso pego otra vez el grito en caso de necesitar ayuda (me mostraron por ahí unas páginas para pedir fondos a nivel internacional en proyectos como este).

Tengo un poquito de miedo porque llenar las botellas toma su tiempo, y para hacer toooodo eso sólo voy a tener dos meses (contando desde el 25 de septiembre que vuelvo de Uganda… si si si!! Me voy un mes para allá a trabajar en más cositas), pero quiero ponerle todo el corazón del mundo a ver qué resulta: por lo menos que la gente empiece a cambiar la cultura y quién quita que monten negocio de reciclaje y los ríos y las calles y el aire sonrían un poquito por quitarse un peso de encima (ustedes no se imaginan los niveles de contaminación acá; no voy a cansar de quejarme!).

En conclusión que MUUUUUCHAAAASSSSSS GRAAAACIAAAAASSS a todos los que se sumaron a este sueño, y porfis crucen los dedos para que salga ese bololoi en el que me fui a meter!


jueves, 1 de agosto de 2013

Ayudar



Antes de venir, pensaba mucho en lo ilógico que es volar un tercio del Planeta para ayudar a gente en necesidad, sabiendo que en Colombia ya tenemos bastantes vecinos que necesitan mucho más que 'una manito'. Y en ese orden de ideas pensaba esta experiencia como un superficial aprendizaje desde 'el punto crítico', para luego aplicar en La Casa.

Pasado el tiempo y conociendo a esas cositas pequeñas que todos los días cuando abro la puerta del salón se paran del escritorio como si fueran suricatos en el desierto, para apuntarme con una sonrisa enorme y decir 'HEEEEEEEEYYY!!!', ahora siento una responsabilidad enorme porque las necesidades son grandes y creo en que mi capacidad de gestión también lo es; y ayudar, sin importar los colores de la bandera nacional, simplemente es AYUDAR .

Ahora estoy acá y conozco un poquito del problema: Sé que sus útiles escolares son transportados en bolsas plásticas que están rotas, que los cuadernos son retazos de otros cuadernos, que sólo tienen un lápiz chiquitico y un lapicero que se les vara cada 4 minutos. Conozco las prendas de los uniformes están rotas y sobretodo que los suéters (de los que tienen suéters) tienen huecos por los que pasa el frío que me ha tenido tosiendo desde la segunda semana que estoy aquí. Trabajo en salones con el piso de arena, en los que se siente el olor de las aguas residuales que corren por el suburbio porque en las casas vecinas nos hay baños y la gente sale a la calle a hacer de las suyas. He visto las paredes de las aulas, hechas con tejas de zinc y tapizadas en costales ahora rotos. Todos los días veo sus escritorios hechos de tablitas en las que un cuaderno sencillo queda grande. Soy testigo de la ayuda infinita que representa una botellita instalada en el techo para dejar pasar luz en un recinto oscuro. Conozco el tiempo que pierden esperando a que algún profesor se desocupe porque la cantidad de personal no es suficiente para todos los grados, y lo deficiente que es la información que se nos da a los voluntarios cuando vamos a iniciar la labor. Sé de la alegría que les da cada que les presto el libro con el que les enseño, porque pueden ver algunas imágenes y leer cosas como 'Actividad: Toda la clase debe salir a recolectar un poco de suelo para comparar la textura del suelo de jardín, suelo de construcción, arena del patio de juegos ...'. Los he visto en su tiempo de descanso, en el que no tienen lonchera, y también me ha tocado verlos salir a la hora del almuerzo a jugar otra vez porque en la casa no hay quien les dé alguna cosa.

Podría quedarme escribiendo un rato muy largo de todas las dificultades que he conocido (y creo que se me fue la mano incluso, jajaja), pero lo que quiero es exponer las posibles soluciones (y estoy segurísima de que a ustedes también se les ocurrieron algunas ideas).

Ya empecé a hacer cartelitos con cartulina para decorar el aula y que puedan recordar cositas básicas o inspirarse con frases lindas, también estoy haciendo una pequeña guía para los nuevos voluntarios con el contenido mínimo de cada grado según el Ministerio de Educación, estoy ayudando por los laditos a los compañeros que están instalando las botellitas que dan luz a las aulas; pero tengo otras ideas que necesitarían plata, y desafortunadamente lo que planeé para mi estadía no contemplaba esta ayuda. Pero yo sé que entre ese gentío que por suerte conozco, de a granitos, alguna cosa logramos.


El dilema era: 'Puede que nos juntemos y consiga alguna plata, ¿pero qué va primero en la escala de prioridades?, ¿cómo podríamos ayudar de una manera más definitiva?', y entre mil posibles cosas, resolví que el objetivo principal debería ser comprar un aula, porque la mayor parte del pago que mensualmente hacen los niños (que son como $7000 pesos colombianos) no se reinvierte de manera directa en su bienestar, sino que se va en el pago del arriendo del aula que comparten los grados 3°, 4°, 6° y 7°. Así que garantizando ese ahorro de manera definitiva, se puede avanzar hacia pensar en pagar otro profe, darles el amuerzo, pintar la escuela, darles nuevos uniformes, comprar libros, darles útiles nuevos, y todas las cosas que se nos ocurran.

La casita que se ve atrás (o al menos lo que de ella dejaron ver esos cansones) sería la que compraríamos

La idea es entonces comprar el terreno, pero hacer un contrato supervisado por AIESEC, la organización que trae voluntarios como yo a trabajar allá, para asegurar que la intención que tenemos se cumpla para siempre. El costo es $3'100.000 pesos colombianos aproximadamente; pero si no lo alcanzamos, siempre habrá algo que les podamos aportar!

Si les suena la idea y se quieren sumar, el número de cuenta es 319-829333-51, a nombre de Cristina Romero Ríos, Ahorros - Bancolombia.



Cualquier duda/comentario/sugerencia:
E-mail: crr.2@hotmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/cristina.romerorios

¡DE ANTEMANO GRACIAS OTRA VEZ!!